REMEDIOS CASEROS

«A veces la ilusión funciona mejor que la medicación».

Pedazo frase que acierta de lleno, hasta el fondo de la herida. La escuché en la última película de Woody Allen, «Conocerás al hombre de tus sueños», aunque creo que viene de otro lugar. Si hay alguien que sepa quién fue el acertado autor, agradecería me lo hiciese saber.

Y sí, toda la razón del mundo. El primer paso para volver a vivir es empezar a creer en algo, que la esperanza y la ilusión invadan nuestras almas… una vez más.

¿Drogas legales? Mejor remedios mentales caseros, que salen más baratos y sin tantos efectos secundarios, como un nuevo objetivo que perseguir, o tal vez… hasta enamorarse.

Comment (2)
belen
28 septiembre, 2010

Vientos huracanados, remolinos, tempestades, inundad mi alma, someted y destrozad mi cuerpo………. porque despues se que llegará la calma, que sosegara e inundara con una luz cegadora mi mundo, que destruido volvera a reconstruirse con nuevas y brillantes ilusiones o quizas las que destrozo la tempestad habra que recomponerlas con mas fuerza, y mucha mas ilusion…………….. seguiría, pero vamos me puedo clavar aqui una rayada del copon, y como que no
Que si, que estoy totalmente de acuerdo contigo….

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Isolda
4 octubre, 2010

No puedo dejar de comentar esta publicación…¿la ilusión?¿a veces? Las emociones, en general, mueven el mundo y, por tanto, nos mueven a nosotros/as mismos/as y a los demás, determinan nuestras conductas, nuestros pensamientos (he de decir que existen corrientes que le darían la vuelta a este argumento pero, en fin, mejor no me detengo en esto) y, por supuesto, mueven nuestro organismo. La ilusión, además, es una emoción positiva y lo positivo, siempre, tiene la capacidad de generar grandezas. Otra cosa es que nosotros/as sepamos manejarlo.
Nos agarramos a la medicación como si de una varita mágica se tratase, como el mejor remedio a todos los males (últimamente incluso a los emocionales y/o psicológicos). Cuánto más fácil, o resolutivo, sería aprender desde la más tierna infancia la gestión de nuestras emociones, de las relaciones personales y de los impulsos. Aprender que el remedio a todos los males está en nuestro interior y resolverlo o no es nuestra responsabilidad y no la del vecino. Si fuéramos conscientes de nuestras posibilidades…
La ilusión…la fuerza de la ilusión puede eclipsar cualquier efecto de la medicación.

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