De compras

Vas a una tienda de electrodomésticos a comprar un frigorífico.

El dependiente te coloca delante de dos aparatos y te dice:

«El modelo A está recién salido de fábrica, dicen los folletos que es la hostia y que tiene todas las prestaciones imaginables, con un acabado muy chulo. Además, podrá fardar de super frigorífico ante los amigos. Eso sí, al no estar testado no sabemos cómo le saldrá, aunque por estadística no debería haber problemas.

El modelo B es de segunda mano, funciona bien, aunque a veces le falla el chip y no enfría del todo, pero sólo pasa a veces y se puede reparar con facilidad. Sólo necesitas paciencia y te dará todo lo que necesitas. Por lo demás, a largo plazo, ya sabemos cómo funciona. Sin sorpresas.»

¿Cuál comprarías?

Si, yo también me quedaría con el modelo A.

¿Para qué arriesgarse con un trasto defectuoso?

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