Sobre «solteros involuntarios»

He encontrado, en la revista «Mujerhoy» (ejemplar del 25 de junio de 2011) un artículo bastante curioso sobre los «SOLTEROS INVOLUNTARIOS». Ahí va:

Frases como “a nuestra edad todos los hombres ya están comprometidos” o “las mujeres que encuentro siempre me dejan”, señalan los conflictos que sufren algunas personas para tener pareja. Encontramos en estos individuos cierta queja por un destino amoroso indeseado, como si no pudiéramos hacer nada contra las cosas que nos suceden porque todo dependiera de algo que no dominamos.

Las parejas las elegimos o las rechazamos desde deseos inconscientes en gran medida incontrolables, pero que son nuestros.
Los desconocemos pero actúan sobre lo que nos sucede con el otro y tienen una influencia determinante en el destino de permanecer soltero.

Aunque son muchas las racionalizaciones que se pueden esgrimir para explicar esta situación, la más común es la de acentuar lo malo del matrimonio y deducir sin más que se está mejor solo. El miedo a amar y a la sexualidad habita en aquellos que permanecen solteros sin quererlo.

Estas personas están dominadas por fantasías asociadas a la idea de que el compromiso es malo para ellos y por este motivo lo rechazan. Tales fantasías guardan relación con perder la libertad y sentir que no son dueños de su vida.Las relaciones se convierten entonces en encerronas sentimentales que les ahogan.

En realidad, conciben al otro como un dominador o un controlador de sus vidas y optan por la libertad pagando por ella el precio de la soledad, a lo que hay que añadir que, según pasan los años, las exigencias hacia la otra persona aumentan y la complejidad de las relaciones es mayor.El soltero involuntario no quiere arriesgarse a asumir los riesgos que conlleva una relación porque teme repetir vínculos destructivos.

No tuvo modelos en los que apoyarse, porque nadie le dio una imagen gratificante de una relación de pareja. El trabajo y las relaciones compulsivas, sobre todo en hombres, suelen llenar su tiempo. Tras estas posturas vitales se halla el miedo a ser rechazado, a la dependencia del otro, a no tener el control: en definitiva, se huye de ser vulnerable.

Su fragilidad emocional es grande y lo sabe de una forma inconsciente, por lo que se defiende de caer en una situación que le haga sufrir
: prefiere encerrarse en la soledad que abrirse a las inseguridades de la relación con otro. la pareja ideal. “Los hombres que me gustan tienen pareja y los que están libres no me atraen o no quieren comprometerse”, explica María a su amiga Sofía. “¿Qué pasó con Luis? Me dijiste que os iba muy bien”, responde esta. “Me equivoqué. Al final, cuando empezamos a plantearnos una vida en común, cambió su forma de relacionarse conmigo, volviéndose posesivo y controlador”, concluye María.

No es la primera vez que Sofía escucha las dificultades de su amiga para formar una pareja por lo que le argumenta: “Creo que por un lado aseguras que quieres tener una pareja estable, pero por otro, cuando aparece la posibilidad de formalizar un compromiso, siempre encuentras dificultades”. Y María tiene que darle la razón a su amiga: “A lo mejor es que soy demasiado exigente, pero sé lo que no quiero y no estoy dispuesta a tener una pareja que me quite la libertad y la independencia.

Para estar mal acompañada, es preferible estar sola”. verdadero dolor. Esta es una de las racionalizaciones con las que María explica sus dificultades para formar la pareja que asegura desear. Se imagina el compromiso como algo que le va a quitar lo que tiene y teme perder su tranquilidad afectiva. Las relaciones amorosas le producen una inseguridad por la que no quiere pasar.

El mensaje que recibió de su madre es que una mujer está mejor sola y con un trabajo,
que casada y con hijos. Su padre, por su parte, es posesivo y celoso, características que ella percibe y exagera cuando intenta formalizar sus relaciones. Así, María tiene miedo a comprometerse porque teme repetir la mala relación de sus padres. Algunos solteros involuntarios pueden estar realizando deseos que han heredado de sus padres, quienes les han transmitido el mensaje de que, si no se comprometen, van a ser más felices.

Estas personas quedan enganchadas a sus progenitores y no reemplazan en su corazón a los primeros objetos en los que depositaron su amor. Cuando la queja por no encontrar pareja reviste dolor se establece en el interior del soltero involuntario una lucha de intereses. Esta ambivalencia le impide llevar a cabo sus propios deseos.

Pero cuando la queja proviene de alguien feliz con su soltería,
se trata de una queja para defenderse contra un posible ataque de una sociedad que demanda la relación de pareja para su supervivencia. En este caso, no se trata de ser depositario de una herencia inconsciente que no se desea, sino de haber aceptado esa herencia y encontrado una fórmula de vida con la que se siente cómodo y a la que no se quiere renunciar.»

Os dejo el link del artículo:

http://www.hoymujer.com/Psico-Sexo/sentimientos/Solteros-involuntarios-635981062011.html

Que otros opinen, que casos distintos hay miles. En cuanto a mi caso, que también soy soltero, me reservo mi opinión.

Comment (4)
isra
29 junio, 2011

¡Déjame unos días, un poco de tiempo… y hago el comentario que se merece este artículo según creo por lo poco que he leído! (sólo el primer párrafo).
No te vas a arrepentir.

(Y si quieres, borras después esta «amenaza»).

Responder
jose
29 junio, 2011

¡Ahí está! ¡Un valiente!

Responder
isra
9 julio, 2011

Artículo interesante, demasiado obvio y algo o bastante feminista trasnochado.
A lo que llama «soltero involunttario», en realidad debería también denominarle voluntario, o simplemente soltero ya que -en sus propias líneas- el artículo argumenta las razones que tiene ese «joven» para mantenerse sin pareja (lo que me parece, por tanto, vountario).
Además, plantea la pareja, sino como una necesidad sí como algo a lo que todos deberíamos optar. Tal vez la escritora piense así, pero no hay que confundir opciones con obligaciones, pues entonces no cabrían varias opciones sólo una: tener pareja, es la que entiende ella, la única.
Por mucho que quiera y me guste «la magia» o la concepción mágica de la vida, me temo que las parejas no se eligen sólo por mecanismos conscientes. Personalmente, sé lo que me gusta de una mujer, de una pareja, y qué me disgusta. Por supuesto, se repiten patrones en las parejas o relacioens que uno va teniendo, pero se trata de que nos gustan esos patrones y, no todos ni mucho menos, son parte de nuestro mundo submental o inconsciente.
¿El miedo a la sexualidad habita en quienes se mantienen solteros y a cada oportunidad que se les presenta o se trabajan se van a la cama con alguien? ¡Esto sí que es una sorpresa! (No comment!).
Creo que cuando alguien está realmente bien con otra persona, no siente en ningún momento que su libertad se vea cercenada. De hecho creo que si empiezaz a tener esos pensamientos es porque esa relación no es lo suficientemente satisfacotria o empieza a torcerse. Entonces toca apretarse el cinturón y luchar por dicha relación, por esa pareja a la que amas e intentar realizar los ajustes necesarios para que todo vuelva a ir a mejor. También te puedes rendir… eso nos daría la lectura de que en realidad no amabas a esa persona tanto como creías.
Si algunos hombres «concebimos» (dice) a la otra persona como controladora y … es porque muchas mujeres así se vuelven a poco que la relación avanza. ¿Por qué no se trata este tema desde la perspectiva completa? Y entonces sí puedes empezar a sentirte vigilado, semiesclavizado, mangoneado… ¡¡Problema a la vista, y gordo!!
«A lo mejor es que soy demasiado exigente, pero sé lo que no quiero y no estoy dispuesta a tener una pareja que me quite la libertad y la independencia.
Para estar mal acompañada, es preferible estar sola. Esta es una de las racionalizaciones con las que María explica sus dificultades para formar la pareja que asegura desear.» ¿Y a la escritora le parece mal? Si no encuentras nadie con quien compartir de veras tu vida, ¿es necesario tener pareja? ¿No es mejor seguir tirando de amistades reales y profundas y seguir compartiendo momentos y aficiones con ellas? Evidentemente, y como ya afirmé antes, la autora sólo ve un futuro posible: la vida en pareja. (Una reflexión gratuita: tanto luchar por la libertad, la independiencia, la autogetión… de la mujer, para que gente así siga pensando que los hombres -imperfectos, perezosos y mujeriegos, según este tipo de concepción feministoretrógrada- somos su única solución).
Y por último -que ya está bien por hoy- si «te duele» malo y si no te duele (o no lo muestras según afirma ella) es un simple mecanismo de defensa. Traducido para mí mismo: o eres un desgraciado, o eres un mentiroso que trata de engañarnos a los demás para así creerte mejor tu propia mentira.
Como conclusión decir que me da miedo que llegados al siglo XXI aún hay concepciones de la vida tan clásicas que se hacen hueco y ganan tanto terreno entre nosotros. Y eso que no me parecen negativas, o no tanto. Lo que me preocupa es que no quieran dejar espacio a otras visiones, alternativas y maneras de vivir que no sean la que promueven. O tienes pareja, o deberías tenerla. O eres un desgraciado, lo reconozcas o no.
Evidente es que se está mejor llegando a casa y teniendo alguien con quien charlar, intercambiar unos saludos, un abrazo, compartir algunas ideas o tareas, etcétera. Pero, ¿debe de ser tu pareja? ¿Es la única manera de felicidad o dicha? ¿Unos amigos viviendo juntos no se llevan igual o mejor que una pareja? ¿Tan malo es vivir con tus progenitores si unos os apoyáis y ayudáis a otros? Parece que para la autora de las líneas recortadas y plasmadas por YOe, sí.
Por favor, a quiénes son o somos solteros déjemnos tranquilos. Ya tenemos suficiente con la presión ambiental de sociedad y familia (madres). Gracias. Es nuestra elección. Si como mujeres os preocupa tanto, tomad nota y mejorad el producto que ofrecéis, a ver si así nos interesamos.

Abrazos.

(En mi opinión un periodista, redactor o lo que sea no debería ulitizar la palabra «cosa» (primer párrafo del artículo).

Responder
elena
22 agosto, 2011

muy buen comentario isra,totalmente de acuerdo contigo,aunke el párrafo final antes de «abrazos»sobra:yo soy mujer,no me preocupa en absoluto y no tengo ke mejorar nada porke no soy ningun producto a ofrecer.soy como soy,a kien le interese bien y a kien no,ya sabe.

saluditos

Responder

Leave A Comment