ADULTO DE MIERDA

Me he despertado a las siete de la mañana. Apago el despertador y cierro los ojos.
A las ocho y cuarto vuelvo a abrirlos. Esta hora y cuarto he repetido esta misma acción unas diez veces.
Ahora no es el despertador, sino mi perro, que se levanta, da una vuelta a la habitación como si estuviese pasando revista y me mira. Yo le miro. Siseo como si se tratase de un niño pequeño al que hay que calmar y él, obediente, se vuelve a su cama.
A las ocho y media oigo moverse a mi compañero de piso. Diez minutos más tarde, se abre y se cierra la puerta principal. Mi perro vuelve a levantarse.
Es hora de mover el culo, chaval.
Desnudo, salgo al pasillo y voy directo al cuarto de baño. Echo una meada y me miro en el espejo. El frío me deja piel de pollo.
Igual que ayer, y anteayer, y hace un mes, y dos.
La misma mecánica.
Por las noches pasa igual: vuelvo del trabajo, ceno, escribo, leo o veo una serie (no hay más donde elegir, sólo estas tres opciones. Menudo menú), dejo que mi perro se duerma en mi regazo al calor del brasero y a la cama.
A veces sueño. Otras, no.
Los fines de semana…mejor no hablar de ellos. Casi nunca estoy para nadie, y en las pocas ocasiones que «me animo» sería un buen pedazo de carne de karaoke con mi voz de mierda.
Me miro al espejo.
Estoy despierto pero sigo durmiendo.
Es como si todo me diese igual.
La verdad es que no todo, pero casi todo.
No es que me esté vendiendo bien últimamente. Tampoco me apetece que me compre cualquiera.
Ey, mundo. las normas las pongo yo, y los plazos.
Pero… ¿qué normas? ¿y qué plazos?
¿A qué precio?

Comment (4)
DaleAlCoco
1 marzo, 2012

Sólo tú puedes cambiar esa mecánica, y sabes q puedes, sólo hay q kerer. Ánimo!!!

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Israel
4 marzo, 2012

No entiendo qué te pasa, pero si queires cambiarlo está en tu mano. Siento repetir la reflexión de Carmen, pero así es.
Nadie va a cambiar «nuestra vida», sólo nosotros podemos ayudar al cambio. No es unalucha fácil, pero si n se lucha sí que es seguro que nada cambia y no se vence.

¡A mejor!

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YOE
4 marzo, 2012

Que tranquilo tó er mundo. Que es este puto invierno. Hay días que estamos mejor y días que peor. Y ya sabéis cómo lo exagero yo tó. Quitad las alarmas, que dejen de sonar las campanas, que no estoy tan mal, jajaja.Al contrario, sigo estando buenísimo.

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Israel
5 marzo, 2012

Entonces no seas llorica. ¡Que cada día te pareces más a mí!

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