POLITIKS: UN PASITO «PALANTE»

En este país llevamos treinta puñeteros años haciendo el gilipollas.
Así, directamente.
Treinta putos años bailando al son de Ricky Martin.
Un pasito «palante» y un pasito «patrás».
Que si entra la derecha y aprueba ciertas leyes.
Que si luego la izquierda, al llegar al poder, las deroga e implanta las suyas.
Que si posteriormente la derecha hace lo propio.
Así, normalmente la primera legislatura se pierden deshaciendo y la segunda (porque suelen darse ciclos de dos legislaturas) haciendo para que vengan más tarde otros a deshacer.
Lo dicho: un pasito «palante» y un pasito «patrás».
En este país de herederos de Caín lo único que hacemos es darnos por saco cada vez que podemos porque somos incapaces de ponernos de acuerdo (ni siquiera en materia de terrorismo, que ya es decir), por lo que ni te cuento en otras materias.
El resultado: empeoramiento de calidad de vida en todos los sentidos.
Sí, y todo porque nuestros políticos son gilipollas y su único interés es acceder al trono y ocuparlo el mayor tiempo posible.
Están más preocupados en subsistir que en gobernar de verdad.
No tengo la solución.
Y realmente pienso que no tenemos solución.
Aún así, un día, en una charla de bar (esos sitios en los que se dicen muchas tonterías – sobre todo de fútbol – pero en los que a veces se ilumina una bombilla), alguien se mostró bastante coherente:
Proponía que varias materias fuesen innegociables, que para gestionar modificaciones o cambios siempre tuviesen que ponerse de acuerdo TODOS los partidos. Esas materias eran las básicas: Sanidad, Educación,Cultura y alguna otra.
Esto evitaría que cada cuatro, u ocho años, se siguiese bailando a lo tonto.
El resto, que dependiese del partido «en el poder». Pero no las básicas.
Obviamente, para llegar a esto hace falta que aquellos que nos quieren gobernar (huye de quien desee el poder) tengan generosidad y amplitud de miras, siempre por encima de sus intereses particulares.
Y aquí es donde patinamos.
Menuda mierda, ¿verdad?
¿Se logrará algún día llegar a una estabilidad política que nos permita avanzar y no bailar?
Yo soy pesimista.
Y mientras no lo logremos, menuda mierda de futuro nos espera.
Felicidades, España.
Sigues apostando a caballo perdedor.

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