POCO A POCO

Hacía siglos que no escribía letras que pudiesen pasar por algo parecido a poesía.

Es un poco como montar en bicicleta. Al principio sudas, las pasas canutas subiendo las cuestas, por pequeñas que sean, y ni hablar de soltar las manos del manillar.

Así pues, vamos poco a poco.

Esto me lo saqué de la manga justo antes de la edición EDITA 2015 de Cáceres.

 

Algo nuevo,

algo que no refleje como un espejo

la poca luz que desprendo;

que no te des cuenta

de que estoy oxidado,

jodido, cansado, hastiado,

algo que evite que tropieces

con el vacío que dejo a mi paso;

que no te enteres

de que no tener hambre

ya es algo cotidiano.

Algo así como pasar por nuevo

cuando lo que estás es reciclado,

que cuando te llamen gilipollas

no te enfades,

sino que te sientas halagado,

pues no se puede ser muy bueno en algo

sin antes haber hecho daño;

que no percibas

que dentro de mí hay un diablo

que debe permanecer atado,

no sea que empiece aplastando hormigas

y acabe matando humanos.

Algo nuevo,

que no sea yo, que sea moderno,

brillante, flamante, tal vez hermoso,

que haga que te enamores

de mi careto, y aquí entra la rima fácil, de oso.

Algo nuevo…

Pensándolo bien

no sabría dónde meter tanto cambio.

Para qué coño quiero algo nuevo

si a mí me basta y a ti te sobra

con lo viejo.

 

Menos da una piedra. Poquito a poco.

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