EL POR QUÉ

Escribes por la fama, el dinero, el reconocimiento, la inmortalidad.
Ése es tu por qué. O no.
Ahora va el mío:
Escribo porque me gusta, porque lo necesito, porque los personajes dan vueltas en mi cabeza pidiéndome que cuente sus historias, que los haga reales, que no sean sólo humo, fantasmas, una ilusión.
Escribo para sobrevivir, porque yo también tengo monstruos, animales salvajes con los que pelear, defenderme de ellos, no domesticarlos, pero sí ponerlos de mi lado. El día que mi animal salvaje y yo respiremos a la vez…
Escribo para liberarme, para curarme, porque la vida es sufrimiento, y la vida hiere, y las cosas se rompen aunque uno no quiera, y la gente a mi alrededor sufre. Escribo para transformar ese sufrimiento en algo útil, y sí, en algo que también te ayude a ti.
Escribo desde mi perfil bajo, desde una sombra, apartado de lo que solía hacer, llamar la atención, ponerme delante de la gente y hacer… algo distinto, estúpido, divertido, intrascendente… Lo de siempre me aburre. Ahora no necesito esa actividad. Preciso silencio, nada más.
Pero toda esta parrafada es inútil.
Todo esto es verdad y es mentira a la vez.
Es más sencillo.
¿Por qué escribo?
¿Quieres saberlo?
¿El por qué?
PORQUE ME HACE FELIZ.
Con eso basta.

Leave A Comment