COSAS DE LAS QUE DEBO DESPEDIRME

No sé muy bien cómo empezar esto.

Bueno sí: enseñando los dientes.

Es lo que toca en estos días, ¿no? Apretar los dientes, soportar las hostias, no cagarte encima cuando algo te dé miedo y enseñar esos mismos dientes para que no te quiten lo que es tuyo. Si hace falta, muerde. También está permitido.

Supongo que son momentos difíciles para todos. La gente nace y muere, eso es lo que queda en el registro civil, las fechas de nacimiento y de defunción. También si te casaste y tuviste hijos. Lo que no queda guardado en ningún lado es lo mucho que peleaste o sufriste en esta vida que alguien nos dio, o si te cruzaste de brazos a verlas venir. Menos aún si hiciste trampas o no. A estas alturas del juego soy consciente de que eso de hacer trampas es una regla no escrita que casi todo el mundo empieza a asumir.

En estas circunstancias, tengo la sensación de que para sobrevivir debo despedirme de:

1. Tantas cosas innecesarias en mi vida. Compilador nato donde los haya, mis películas (más de 4000) son un reflejo de mi síndrome de Diógenes particular. Esto es un adiós a esa parte de mí que lo quiere tener todo aunque no me sirva para nada.

2. Bla bla bla bla bla.

3. De mi ángel de la guarda. Debajo de mis estupideces y mis malos modos sigue escondido el eslabón débil, atemorizado, tímido, inútil. Es hora de practicar un golpe de estado en mi mente. Cargar la pistola y apuntar a la cabeza, entre ceja y ceja. A rey muerto rey puesto. Viva mi demonio de la guarda. Que debajo de mi mala leche mis enemigos encuentren un infierno, aunque suene a frase de película. Esto es un adiós a mi inocencia.

¿Es esto lo necesario para sobrevivir? ¿Hacer un sacrificio? ¿Comerme a mí mismo, devorarme de dentro afuera? Ropas, corazón y escrúpulos.

Entonces, ¿Qué quedará de mí después de la batalla, cuando haya ganado, si es que gano?

No sé muy bien cómo acabar esto.

Bueno, sí:

Mostrando que aún me queda algo de humano. Aunque sólo sea la apariencia.

Comment (4)
isra
24 abril, 2011

¡Todavía no acabo de entender tus batallas! ¡Ni de dónde ni por qué surgen! ¡Ni si son reales o necesitas crearlas de la nada! Yo te veo bien, pero es sólo una opinión foránea.

¡Escribe Diógenes con mayúsculas, coño!

Un abrazo.

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jose
24 abril, 2011

Pues sí, Diógenes con mayúscula.
¡TÚ QUE ME MIRAS CON BUENOS OJOS, Y ESO QUE NO TENGO TETAS!

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Roseck Torrent Velmac
24 abril, 2011

Reinventarse es un proceso diario y totalmente espontáneo. Si necesitas liberarte de pertenencias que al final acaban poseyéndote: hazlo. Limpia tu habitación y crea nuevas aficiones(No me cabe duda de que sabrás sacar su significado alegórico).
No obstante, todos, todos, TODOS tenemos, tuvimos y tendremos problemas y dificultades: es la vida.
Créeme: si fuese todo fácil sería muy aburrido, de hecho, siempre he pensado que NO nos movemos por los frutos ( en forma de recompensa) sino por el propio estímulo de la lucha.

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isra
28 abril, 2011

Amén, RTV, amén.

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